Tipos de Obsolescencia y cómo combatirla
Según Vance Packard la obsolescencia programada se clasifica en :
Obsolescencia de función

Se da cuando un producto sustituye a otro por su funcionalidad superior.
Obsolescencia de calidad

Se da cuando el producto se vuelve obsoleto por un mal funcionamiento programado.
Obsolescencia de deseo

Ocurre cuando el producto, aun siendo completamente funcional y no habiendo sustituto mejor, deja de ser deseado por cuestiones de moda o estilo, y se le asignan valores peyorativos que disminuyen su deseo de compra y animan a su sustitución.
Así mismo, podemos encontrar tres formas de obsolescencia programada:
Obsolescencia incorporada

La primera de ellas, podría fácilmente ser considerada como un delito, ya que provoca un perjuicio económico a los usuarios que adquieren el producto con expectativas de duración y disponibilidad. Es fuente de controversia y es la forma más tratada en todas las fuentes de información.
Obsolescencia psicológica

Un gran número de electrodomésticos, especialmente los que se conocen como PAE (Pequeño Aparato Electrodoméstico), no duran tanto como en el pasado, y ¡todos tenemos experiencias recientes a este respecto! Además los fabricantes promueven nuevos productos en función de la moda y el lujo, haciendo que los modelos anteriores no sean atractivos.
La Obsolescencia Psicológica es común en la industria de la moda, y cada vez más, en la los bienes de consumo
Obsolescencia tecnológica

Otra forma de obsolescencia programada es la actualización continua y rápida de productos como ordenadores, de entretenimiento, telefonía móvil.
La obsolescencia programada genera compras de sustitución e ingresos para las compañías
¿Cómo luchar contra la obsolescencia?

Hay distintos tipos de obsolescencia y la forma de combatirlas es diferente. Para luchar contra la primera debemos tener en cuenta que la reparación siempre es mejor que comprar un aparato nuevo, de esta forma alargamos la vida útil y evitamos residuos y consumo de materias primas.
También seguiremos pendientes del sello que determinará qué productos están libre de este tipo de obsolescencia y que permitirá a los consumidores decidir a qué empresas entregamos nuestra confianza.
En cuanto a la obsolescencia percibida y de especulación, la forma de evitarlas es analizar nuestra actitud:
1. Pensar antes de comprar si realmente lo necesitamos. Puede que solo creamos que lo necesitamos.
2. Si es algo que no vamos a usar mucho, puede que prefieramos pedirlo prestado.
3. Utilizar productos de segunda mano, son más baratos y suelen estar en buen estado.
4. La economía colaborativa puede ser la solución que buscamos. Intercambiar, alquilar en vez de comprar, compartir... son las bases de la economía colaborativa.
5. No dejarse engañar por el marketing. Tener siempre el último móvil, por ejemplo, es una carrera que no vamos a ganar nunca y de hecho, vamos a perder un montón de dinero.